En memoria de un hombre bueno

El 26 de agosto de 2014 falleció Luis Yuguero Herrero, tras un año luchando intensamente contra el cáncer. Han pasado 10 años de su partida a otras dimensiones. Todas y todos los que tuvimos la suerte de conocerle le tenemos muy presente en nuestras vidas, por ser un ‘hombre bueno’. Dejó una semilla fuerte, fértil, siendo amigo de sus amigos, generoso, ‘disfrutón’, viajero incansable siempre con su cámara de fotos al hombro, coherente con sus ideas y muy comprometido con lo que pensaba, sin parar quieto.


Luis sabía aunar a los diferentes e implicarles en una causa que aún sigue muy viva, consiguiendo su compromiso en iniciativas a favor del pueblo saharaui, que siempre estuvo en su corazón, dejando un largo legado en Segovia, capital y provincia.

Cofundador de la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui Maksra hace más de 30 años, a lo largo de este periodo, dentro del programa ‘Vacaciones en paz’, cientos de niñas y niños saharauis fueron acogidos en el verano por familias segovianas. Luis y la asociación no solo mantenían vivo este proyecto, sino que otras iniciativas importantes como las subastas de arte se tradujeron en bienes necesarios para la supervivencia en el desierto. En esto, como en todo, la colaboración de gente diversa siempre fue fundamental. Personalidades, artistas, periodistas… cuya relación obvio por lo extensa y para no olvidar involuntariamente alguno de los nombres que arrimaron siempre el hombro. Con lo que se recaudaba, las donaciones (algunas en especie como un tráiler para llevar alimentos) y con las ayudas de distintos ayuntamientos de la provincia de Segovia se sufragaron caravanas de alimentos, cerca de 600 cocinas, camiones cisterna para el reparto de agua, placas solares para generar electricidad y el centro para iniciativas juveniles ‘El Ouali Mustapha Sayed’ que se puso en marcha en 2007 con el apoyo de los ayuntamientos de Segovia, Carbonero el Mayor, Palazuelos, San Ildefonso, Cuéllar y La Lastrilla.

Otras acciones sirvieron para mantener vivo el debate prosaharaui en España, con la organización de exposiciones de arte, charlas y debates e, incluso, con el intercambio de artistas para que realizaran giras por nuestro país.

Son incontables las iniciativas que impulsó Luis a través de la asociación que llegó a presidir hasta su fallecimiento y que continúa denodadamente su labor. Luis Yuguero era un activista que dedicó su vida a visibilizar las injusticias sociales, bien de forma organizada –a través de la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui o en el sindicato Comisiones Obreras–, bien ‘a su manera’, colaborando con la revista Página Abierta o apoyando otras causas, como el pueblo de Chiapas en México.

Su forma de ver la vida era disfrutándola, en positivo, hacia adelante y siempre con simpatía. Una buena charla, un buen baile, una buena foto… son muchos los recuerdos que se nos vienen a todos a la cabeza cuando recordamos a Luis. Y ¡¡qué decir de las anécdotas de su pueblo, Carbonero el Mayor, que prodigó a los cuatro vientos!! Viajar con él era encontrar siempre a amigos por todo el mundo, porque Luis dejaba huella, dando igual si se estaba en España o en el extranjero, en los sitios más recónditos. Hasta el primer bailarín del ballet de Perm, en los Urales (Rusia) llegó a bailar con Luis una jota segoviana del Nuevo Mester de Juglaría. Era, sin duda, un gran embajador de la provincia.

Gente como Luis Yuguero es necesaria en el mundo y es maravilloso haberle encontrado. Recordémosle siempre y hagamos de lo que vivimos con él un ejemplo de vida, mirando siempre al mundo con compromiso y una sonrisa.



Antonia Arranz Jiménez, pareja de Luis Yuguero    Foto: Benito Herrero