El ducentésimo aniversario del levantamiento contra las tropas de Napoleón, ha sido aprovechado por los políticos de estos tiempos, para aburrirnos con palabrería del más rancio nacionalismo hispano y con performances callejeras (también en Segovia, faltaría más) y televisivas de los acontecimientos de hace doscientos años, de dudoso gusto y mucho coste.
No está mal recordar los acontecimientos históricos pero hay que recordarlos completos. Y el regreso de Fernando VII, tras reconocerle Napoleón como rey de España, supuso un importante parón en el avance modernizador. Fernando VII persiguió, ajustició o mandó al exilio a los ilustrados, ilegalizó las Cortes de Cádiz y revitalizó la Santa Inquisición, instaurando un régimen absolutista.
Si nos lo van a contar, aunque sea nada más cada cien o doscientos años, cuéntenlo todo, señores políticos, y no sólo lo que pueden aprovechar para sus intereses partidistas de ahora. Alguno me argumentará que la vuelta del Borbón absolutista sucedió en 1814, que espere hasta el 2014 para ver por las calle ¡que el altísimo no lo permita! las persecuciones de afrancesados y herejes.
De momento, doña Esperanza Aguirre nos ha hecho ver, fíjate tú, que somos nación: una, grande y libre, por supuesto, gracias a las malas intenciones de Napoleón. Como nacionalista, la Espe deja a Ibarretxe en mantillas.
La Aguirre puso a su Telemadrid a trabajar a tope para dar su versión del 2 de Mayo. En una información de la conmemoración se llegó a decir, entre otros cosa, que los madrileños de hace 200 años se defendían de los franceses “con todo lo que tenían a mano, con botellas de butano…”.
¡Toma anacronismo barato! Velo aquí, sufrido lector: http://es.youtube.com/watch?v=rpGQHYDYCwc
Francisco de Queveo Sillegas
No está mal recordar los acontecimientos históricos pero hay que recordarlos completos. Y el regreso de Fernando VII, tras reconocerle Napoleón como rey de España, supuso un importante parón en el avance modernizador. Fernando VII persiguió, ajustició o mandó al exilio a los ilustrados, ilegalizó las Cortes de Cádiz y revitalizó la Santa Inquisición, instaurando un régimen absolutista.
Si nos lo van a contar, aunque sea nada más cada cien o doscientos años, cuéntenlo todo, señores políticos, y no sólo lo que pueden aprovechar para sus intereses partidistas de ahora. Alguno me argumentará que la vuelta del Borbón absolutista sucedió en 1814, que espere hasta el 2014 para ver por las calle ¡que el altísimo no lo permita! las persecuciones de afrancesados y herejes.
De momento, doña Esperanza Aguirre nos ha hecho ver, fíjate tú, que somos nación: una, grande y libre, por supuesto, gracias a las malas intenciones de Napoleón. Como nacionalista, la Espe deja a Ibarretxe en mantillas.
La Aguirre puso a su Telemadrid a trabajar a tope para dar su versión del 2 de Mayo. En una información de la conmemoración se llegó a decir, entre otros cosa, que los madrileños de hace 200 años se defendían de los franceses “con todo lo que tenían a mano, con botellas de butano…”.
¡Toma anacronismo barato! Velo aquí, sufrido lector: http://es.youtube.com/watch?v=rpGQHYDYCwc
Francisco de Queveo Sillegas
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