La historia se remonta a los primeros días del mes de junio cuando un grupo de vecinas y vecinos del municipio deciden ponerse manos a la obra para intentar paralizar una instalación que entienden entraña riesgos más que serios para su salud y la de sus hijos, y es que la empresa Vodafone se proponía instalar una antena de telefonía móvil a escasos metros de las viviendas, las reacciones no se hicieron esperar, y después de algo más de un mes en el que se han sucedido las reuniones vecinales, reuniones con los dirigentes políticos de la localidad, recogidas de firmas e incluso denuncia ante la Comandancia de la Guardia Civil de Segovia entre otras medidas, para denunciar las irregularidades que estaba cometiendo la empresa instaladora, así como para pedir una solución que fuese buena para todas las partes, (ya que estas vecinas y vecinos siempre han defendido que en Espirdo hay miles de opciones más sensatas para instalar esta antena ofreciendo una cobertura de calidad y sin poner en riesgo la salud de sus habitantes) por fin en el día de ayer y no sin antes intentar chantajear al Ayuntamiento de la localidad, la empresa cedió en el pulso que mantenía con la población para por fin desmontar la estructura, (no olvidemos que la obra estaba paralizada por haberse iniciado esta sin ninguna de las licencias pertinentes) y retirarla de la parcela en la que pretendía ubicarla.
Quizá esto no sea definitivo ya que portavoces de este grupo vecinal confirman que no se fían, y es que este asunto se ha llevado con máximo secretismo durante todo el proceso tanto por parte del Ayuntamiento como por parte de la empresa según indican estos portavoces, y aún sigue siendo así, de hecho ayer mismo la alcaldesa cuando fue preguntada por esta cuestión aseguró desconocer que Vodafone estuviese desmantelando la obra y los motivos por los que al final la empresa de telecomunicaciones ha tomado esta decisión,
Lo que está claro, es que tras los acontecimientos del día de ayer el júbilo se ha instalado entre los habitantes de Espirdo, que han visto como después de varias semanas de presiones sus demandas han dado los frutos que esperaban y han conseguido su objetivo de paralizar una obra que a todas luces consideraban innecesaria, además de peligrosa para la salud.
En este caso si, la presión popular venció, de nuevo David pudo con Goliat, esperemos que todo acabe de la mejor manera posible.
Jesus Pinillos
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