Paseo literario por Segovia del X Encuentro de Escritores

Paseo literario por Segovia del X Encuentro de Escritores

Esta mañana se ha realizado el tradicional paseo literario por Segovia dentro del X Encuentro de Escritores que organiza el Foro Social de Segovia  guiado por Jesús Pastor profesor de literatura en el en Instituto de Educación Secundaria La Albuera;  el paseo ha partido pasadas las once horas de los pies del Acueducto, plaza conde Cheste, muralla del Jardín de Miguel Delibes, caminando hasta el antiguo hospicio, para adentrarse a la alameda del Parral junto a la fuente, casa de la Moneda y finalizar el paseo en la pradera a los pies del Alcazar,

Todo el recorrido inspirado en la escritora María Zambrano iba relatando Jesús Pastor es un caso especial dentro de la literatura española del siglo XX. su obra creativa puede calificarse dentro de la filosofía, pero su lenguaje es tan marcadamente literario que se acerca a la prosa poética.

Nacida en Vélez-Málaga en 1904, se trasladó a Segovia con cinco años, donde habían destinado a su padre, el también filósofo Blas Zambrano, como profesor de la Escuela de Magisterio. Hasta 1824, la familia residió en Segovia, donde mantuvo una importante actividad intelectual, especialmente a través de la Universidad Popular. Son notables los escritos que María dedicó a la ciudad donde vivió su infancia y buena parte de la juventud, donde traslada la visión de las cosas que le rodean a los más íntimos rincones del pensamiento.

Tras una vida un tanto azorosa, le fueron concedidos a su regreso del exilio los dos premios más importantes a las letras que se conceden en España, el "Príncipe de Asturias a la Comunicación y Humanidades" (1981) y el "Cervantes" (1988). Es el único caso en que se ha concedido este último premio a una filósofa, sin producción narrativa, dramática o poética.

Una deslumbrante visión de la ciudad que nos ha traslado Jesús Pastor a través de los escritos de María Zambrano, a lo largo del trayecto se han leído algunos fragmentos de su obra donde describió, cargada de emoción, el paso del río Eresma por Segovia; allí se encuentra un camino que sintetiza los elementos fundamentales de la naturaleza: fuego, tierra, agua y, por encima de todo, luz.