Concentración en Segovia para pedir justicia para Juana Rivas

                                    Foto:Brigada Violeta

Segovia se ha sumado a más de veinte ciudades españolas, como Granada, Madrid, Zaragoza y Barcelona, que se han manifestado para mostrar su apoyo a Juana Rivas que tuvo que entregar a sus hijos al padre, condenado por un delito de lesiones.

Este sábado en la Plaza Mayor convocado por Brigada Violeta de Segovia se han concentrado para pedir justicia para Juana Rivas con lema “ Juana estamos contigo”

Se ha dado lectura a un comunicado en apoyo a Juana Rivas en la concentración de hoy en Segovia.

Todo comenzó el 17 de diciembre de 2016 cuando un juzgado de Granada obliga a Juana Rivas la “inmediata restitución de sus dos hijos menores a Italia para estar con su padre, Francesco Arcuri, que había denunciado la “sustracción” de los niños por parte de la madre de su residencia habitual en Italia.Francesco Arcuri, ex marido de Juana Rivas y condenado por agredirle en mayo del 2009, la cual necesitó ayuda médica para recuperarse de los golpes. Este sólo es uno de los episodios de maltrato que sufrió Juana Rivas. Francesco fue condenado a tres meses de prisión como autor de un delito de lesiones en el ámbito familiar: 3 meses de prisión y la prohibición de aproximarse a menos de 200 metros de Juana Rivas en 1 año y 3 meses.

Años más tarde Juana le perdonó y dio una nueva oportunidad. Fueron padres por segunda vez y empezaron a trabajar en el sector de la hostelería, lo que acabó convirtiendose en una gran pesadilla, alejando del contacto social, condiciones similares a las de una esclava y a tres horas del juzgado más cercano. En mayo del 2016 se produce la segunda ruptura y la madre decide marcharse de Italia para no volver jamás. Hace las maletas y huye a Granada con los dos menores. Juana inicia las acciones legales por malos tratos contra Francesco, un mes mas tarde el padre inicia los procedimientos para solicitar la custodia de sus hijos.

El pasado 28 de julio la justicia se puso de su lado reclamando de Juana entregue sus hijos al padre, al mismo padre condenado por maltrato años antes. Tras las diferentes intimidaciones y la negativa de la madre a entregar a sus hijos, Juana pone rumbo desconocido junto a sus dos hijos para evitar que el padre, no olvidemos, un potente maltratador, se los lleve a Italia. El miércoles 30 de julio, en cumplimiento de una penosa resolución judicial, Juana Rivas debía entregar a sus dos niños. Finalmente no apareció.

Después de múltiples citaciones judiciales para decidir sobre las medidas tomadas Juana traslada por medio de diferentes cartas que sólo es una madre protegiendo a sus hijos. El 22 de agosto es arrestada y puesta en libertad provisional pero finalmente, el 28 de agosto, debe entregar a sus hijos a Francesco. Aunque la protagonista sea la madre, no debemos olvidarnos de los hijos e hijas que sufren de primera mano las consecuencias del maltrato que vive su madre siendo arma y víctima del maltratador para realizar chantaje emocional ya sea poniendo al niño en contra de la madre o amenazando a esta con no volverles a ver, destruir la vida al hijo si se realiza una separación y múltiples tipos de intimidaciones así como reproduciendo problemas psicológicos como pueden ser la ansiedad, la depresión o copiar el rol del “agresor“ aliándose contra su madre y reproduciendo las conductas de maltrato. Los niños también son víctimas de maltrato ya que tiende a desplazarse a todo aquello que la mujer está apegada o siente cariño. Por esto, el hombre terminará expresando ese odio hacia sus hijos e hijas. Su testimonio y sus vivencias son tan relevantes como las de la madre.

El caso de Juana Rivas no es un caso aislado, en 2012 una macroencuesta sobre violencia de género afirma que 840.000 hijos e hijas sufren cada año las consecuencias de labviolencia de género hacia submadre. Así, también recordamos los casos de María JosébCarrascosa, Isabel Monrós, Elena de Pedro, María Salmeron y Angela González, con el final más trágico: el asesinato de su hija de 7 años después de denunciar a su expareja 50 veces.

Es hora de cambiar las herméticas leyes y comprender que un ser violento, que maltrata a su pareja, que es capaz de ensañarse con seres vulnerables que él considera de “su propiedad”, no dejará su violencia de forma espontánea ni la clasificará según que miembro de la familia sea.

Lucharemos para erradicar el sistema patriarcal de nuestras vidas. Por Juana, por las víctimas de maltrato y por nosotras!