En fechas recientes, la Caravana Nacional e Internacional de Observación y Solidaridad con las Comunidades Zapatistas de Chiapas que se desplazó por esta región, pudo constatar la recuperación de la tierra y el territorio por parte de las comunidades zapatistas, haciendo posible así, la construcción de la autonomía con formas de gobierno propias, dónde es una realidad que el pueblo manda y el gobierno obedece.
Pero también comprobaron que el hostigamiento, las amenazas y las provocaciones persisten en un intento de frenar primero y acabar después, con ese proceso autónomo. La militarización de la zona y la reactivación de los grupos paramilitares, son los principales instrumentos de los que se dota el gobierno para conseguirlo. A estos planes, el gobierno estatal presidido por el Gobernador Juan Sabines, no es ajeno, por mucho que haga declaraciones de buena voluntad que no sólo no se llevan a la práctica, sino que funcionan como una tapadera, una cara amable que pretende ocultar una realidad que dista mucho de la que quieren presentar: no sólo existen paramilitares en Chiapas sino que estos actúan con total impunidad y sólo lo pueden hacer, al igual que en épocas pasadas, bajo el amparo y la protección de un gobierno estatal cómplice.
Muestra de todo ello son las agresiones sufridas por las bases de apoyo zapatistas de estaban midiendo unos terrenos recuperados llamados K’an Akil, en el Municipio Autónomo Ólga Isabel, el pasado 29 de agosto o los intentos de despojo de 30 hectáreas de terreno de bases de apoyo zapatistas de Aldama, Municipio Autónomo Magdalena de la paz, denunciado el 25 del mismo mes, por sólo mencionar las últimas agresiones.
Tampoco podemos olvidar las denuncias realizadas por los presos políticos de “La Voz del Amate” adherentes a la otra campaña y el “Grupo Zapatista”, sobre las injusticias y la demagogia del gobierno estatal que no cumple con sus demandas de libertad y que niega, además, la existencia de presas y presos políticos.
Por todo esto EXIGIMOS a los gobiernos de Jaime Sabines y de Felipe Calderón:
- la inmediata desarticulación de los grupos paramilitares.- la desmilitarización de la zona.- el cese del hostigamiento y las agresiones a las y los zapatistas y a su territorio.- el fin de la impunidad de los responsables de las agresiones.- el respeto a los procesos de autonomía de las comunidades indígenas.- la liberación de todos los presos y presas políticas en Chiapas y en México.
Pero también comprobaron que el hostigamiento, las amenazas y las provocaciones persisten en un intento de frenar primero y acabar después, con ese proceso autónomo. La militarización de la zona y la reactivación de los grupos paramilitares, son los principales instrumentos de los que se dota el gobierno para conseguirlo. A estos planes, el gobierno estatal presidido por el Gobernador Juan Sabines, no es ajeno, por mucho que haga declaraciones de buena voluntad que no sólo no se llevan a la práctica, sino que funcionan como una tapadera, una cara amable que pretende ocultar una realidad que dista mucho de la que quieren presentar: no sólo existen paramilitares en Chiapas sino que estos actúan con total impunidad y sólo lo pueden hacer, al igual que en épocas pasadas, bajo el amparo y la protección de un gobierno estatal cómplice.
Muestra de todo ello son las agresiones sufridas por las bases de apoyo zapatistas de estaban midiendo unos terrenos recuperados llamados K’an Akil, en el Municipio Autónomo Ólga Isabel, el pasado 29 de agosto o los intentos de despojo de 30 hectáreas de terreno de bases de apoyo zapatistas de Aldama, Municipio Autónomo Magdalena de la paz, denunciado el 25 del mismo mes, por sólo mencionar las últimas agresiones.
Tampoco podemos olvidar las denuncias realizadas por los presos políticos de “La Voz del Amate” adherentes a la otra campaña y el “Grupo Zapatista”, sobre las injusticias y la demagogia del gobierno estatal que no cumple con sus demandas de libertad y que niega, además, la existencia de presas y presos políticos.
Por todo esto EXIGIMOS a los gobiernos de Jaime Sabines y de Felipe Calderón:
- la inmediata desarticulación de los grupos paramilitares.- la desmilitarización de la zona.- el cese del hostigamiento y las agresiones a las y los zapatistas y a su territorio.- el fin de la impunidad de los responsables de las agresiones.- el respeto a los procesos de autonomía de las comunidades indígenas.- la liberación de todos los presos y presas políticas en Chiapas y en México.
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