Ante el inicio -hoy- de la “Conferencia de las Naciones Unidas acerca de la Crisis Económica y Financiera y sus efectos sobre el Desarrollo”, El foro Social de Segovia reclama al Gobierno español compromisos contundentes y coherentes, como la cancelación de la Deuda Externa ilegítima de los países del Sur o el cese del comercio liberalizado de productos y servicios financieros.
Desde la ‘Batalla de Seattle’ hace casi diez años, la red internacional de organizaciones de la sociedad civil y movimientos sociales conocida como Nuestro Mundo No Está en Venta (OWINFS por su sigla en inglés), y de la que forma parteel Foro Social de Segovia , desarrolla campañas para denunciar los impactos sociales, económicos y ambientales de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y el sistema de Tratados de Libre Comercio (TLC). “Creemos que los regímenes de libre comercio e inversiones han permitido una concentración inmoral de la riqueza, que a su vez ha alimentado la especulación financiera”, declara Karen Lang, coordinadora regional de OWINFS para Latinoamérica. “Por ello llamamos a los gobiernos de confrontar al comercio mundial como causa subyacente de la crisis financiera”, demanda desde Nueva York.
En un documento entregado a las 192 delegaciones de la ONU, la red ’Nuestro Mundo No Está en Venta’ exhorta a los representantes gubernamentales a que adopten las siguientes posiciones:
Afirmar que la crisis financiera y económica mundial es de carácter sistémica y que el paradigma actual de ’libre’ comercio es una causa crucial del problema.
Cancelar toda la Deuda Externa ilegítima de los países del Sur, así como reconocer y reparar la Deuda Ecológica de los países del Norte con los países del Sur.
Rechazar la postura según la cual concluir la ’Ronda de Doha’ de negociaciones de la OMC sobre el comercio mundial es la solución a la crisis. Muy por el contrario, proseguir con la liberalización del sector financiero de las economías nacionales a través del AGCS y los TLC sólo servirá para agravar la crisis.
Garantizar que todos los países dispongan de la flexibilidad y soberanía política necesarias para reglamentar los servicios financieros, los bancos y otras instituciones financieras para erradicar la pobreza y mitigar el cambio climático.
Eliminar de la OMC y de todos los Tratados de Libre Comercio aquellos mecanismos que obliguen a los países a liberalizar y desregular sus servicios financieros y flujos de capital. Hay que cerrar el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI) y otros tribunales de arbitraje similares en materia de inversiones, ya que restringen la capacidad y el derecho de los países a adoptar medidas para enfrentar la crisis financiera y el cambio climático.
Reforzar el papel de la ONU en la gobernanza económica mundial y la resolución de las crisis. A diferencia del G-8 o el G-20, la ONU es hoy en día la institución más representativa de todas las naciones y gobiernos del mundo.
Desde la ‘Batalla de Seattle’ hace casi diez años, la red internacional de organizaciones de la sociedad civil y movimientos sociales conocida como Nuestro Mundo No Está en Venta (OWINFS por su sigla en inglés), y de la que forma parteel Foro Social de Segovia , desarrolla campañas para denunciar los impactos sociales, económicos y ambientales de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y el sistema de Tratados de Libre Comercio (TLC). “Creemos que los regímenes de libre comercio e inversiones han permitido una concentración inmoral de la riqueza, que a su vez ha alimentado la especulación financiera”, declara Karen Lang, coordinadora regional de OWINFS para Latinoamérica. “Por ello llamamos a los gobiernos de confrontar al comercio mundial como causa subyacente de la crisis financiera”, demanda desde Nueva York.
En un documento entregado a las 192 delegaciones de la ONU, la red ’Nuestro Mundo No Está en Venta’ exhorta a los representantes gubernamentales a que adopten las siguientes posiciones:
Afirmar que la crisis financiera y económica mundial es de carácter sistémica y que el paradigma actual de ’libre’ comercio es una causa crucial del problema.
Cancelar toda la Deuda Externa ilegítima de los países del Sur, así como reconocer y reparar la Deuda Ecológica de los países del Norte con los países del Sur.
Rechazar la postura según la cual concluir la ’Ronda de Doha’ de negociaciones de la OMC sobre el comercio mundial es la solución a la crisis. Muy por el contrario, proseguir con la liberalización del sector financiero de las economías nacionales a través del AGCS y los TLC sólo servirá para agravar la crisis.
Garantizar que todos los países dispongan de la flexibilidad y soberanía política necesarias para reglamentar los servicios financieros, los bancos y otras instituciones financieras para erradicar la pobreza y mitigar el cambio climático.
Eliminar de la OMC y de todos los Tratados de Libre Comercio aquellos mecanismos que obliguen a los países a liberalizar y desregular sus servicios financieros y flujos de capital. Hay que cerrar el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI) y otros tribunales de arbitraje similares en materia de inversiones, ya que restringen la capacidad y el derecho de los países a adoptar medidas para enfrentar la crisis financiera y el cambio climático.
Reforzar el papel de la ONU en la gobernanza económica mundial y la resolución de las crisis. A diferencia del G-8 o el G-20, la ONU es hoy en día la institución más representativa de todas las naciones y gobiernos del mundo.
FORO SOCIAL
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