La voz del pueblo ha dictado sentencia. No habrá un depósito de residuos nucleares en la provincia de Segovia, si es que existía alguna posibilidad. Hasta ayer sólo era una idea. Ahora «ya se ha olvidado», aseveró la teniente de alcalde de Bernuy de Porreros, Gloria Hernando, al acabar la asamblea informativa celebrada en esta localidad, situada a doce kilómetros de la capital y con 630 empadronados, según el INE.
El 'no' ha sido mayoritario y contundente. Las voces contrarias a la instalación, algunas procedentes de los propios partidos políticos a los que representan los alcaldes de dichas poblaciones, han acallado las iniciativas municipales. Basta recordar el rechazo manifestado el viernes por el secretario provincial del PSOE, Juan Luis Gordo, al emplazamiento de un almacén de residuos radiactivos en la provincia.
Hasta tres pueblos han desistido. Primero se retiró Fresno de Cantespino, el único de la terna en manos del PP. Su alcalde arguyó que la localidad tenía otras prioridades, a pesar de viajar a Madrid y de reunirse con los responsables de Enresa, empresa pública encargada de la construcción, gestión y explotación de la planta ahora rechazada.
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