Cineforum Para la igualdad "Bagdad Café"

El próximo viernes 7 de  Junio a las 18 horas en la Biblioteca Pública de Segovia una nueva cita del Cineforum Para la Igualdad, para disfrutar "Bagdad Café” un argumento revelador del poder interior de cada uno, de la fuerza que llevamos dentro. Necesitamos fábulas como ésta que coloquen en su lugar la verdadera belleza. Coordina Clara Pascual

Director: Percy Adlon País: Alemania. 1987 Guión: Percy Adlon, Eleonore Adlon, Christopher Doherty Reparto: Marianne Sägebrecht, Jack Palance, Christine Kauffman Música: Bob Telson Fotografía: Bernd Heinl Género: Comedia dramática. Duración: 91 min.

 En el Desierto de Mojave, la turista alemana Jasmine tiene una pelea con su marido mientras conduce. Ella sale del coche y se encuentra sola en medio del desierto y lo único que tiene a la vista es el Bagdad Café, un local regentado por la malhumorada Brenda donde ni se sirve alcohol ni la máquina de café funciona, y en el que el camarero es un indio de nombre Cahuenga y el hijo de Brenda, Salomón, no hace más que tocar música de Bach al piano.

Ambas mujeres, al principio desconfían la una de la otra porque no saben todavía que tienen mucho más en común de lo que les separa. De confrontación en confrontación, más o menos dolorosas, las dos mujeres se irán aproximando entre el café alemán concentrado y el americano aguado. Tal vez en la dosificación de un mismo líquido esté el sabor de las culturas, y algo tan simple como añadir o quitar agua a la infusión produzca el entendimiento y la comprensión, porque al final la vida y la convivencia puede que sólo sean una cuestión de paladar.

 Desde este punto de partida, completamente hostil al comienzo, surgirá una de las historias de amistad y amor más bella, transgresora y original que ha dado el cine.

La cafetería es visitada por un grupo de personajes coloridos, incluyendo a un pintor de decorados de Hollywood, la tatuadora Debby, el mochilero aficionado a lanzar boomerangs o a los camioneros que paran en él. El asunto es que Jasmine y los habitantes de Bagdad Café se van conociendo, al principio con mucha desconfianza, pero luego surgirá entre ellos una verdadera amistad.

El Bagdad café se llena de magia, magia real y de la de truco y efectos, porque Jasmine a ratos y en la soledad de su cuarto se entretiene en aprender con uno de los juegos que traía en la maleta y termina aplicándola entre los clientes. La novedad se extiende por las emisoras de los camioneros y los llenazos en el café restaurante son diarios. Jasmine llevará la alegría al decrépito “Bagdad Café” y a las personas que lo regentan y lo frecuentan.

 Cualquier otra persona se hubiera desmoronado, pero ella no sólo se enfrenta a la circunstancia adversa, sino que la convierte en positiva. El ser humano puede cambiar su vida si cambia las actitudes de su mente y de su corazón. Este es el caso de nuestra protagonista ya que ha decidido cambiar su actitud ante sí misma. Y es que toda actitud positiva tendrá siempre resultados positivos debido a que es contagiosa.

Yasmine va dejando salir su verdadero ser, va desnudando su cuerpo y su alma. Y todo se vuelve mágico, ella, el hotel, las relaciones entre las personas, todo fluye… Muchas veces puede dar miedo el cambio, la inestabilidad, pero con el tiempo te das cuenta que el cambio es lo único estable en la vida. La película hace reflexionar y sentir que en los momentos de cambio, de crisis en la vida, cuando todo parece que se rompe y que se acaba, es cuando sale tu verdadera esencia y uno se re-descubre. Aunque duela y a veces parezca mentira se vuelve a renacer y ese es el verdadero crecimiento.

 Hablamos de los cambios, de los miedos, del futuro, de las frustraciones, de la cobardía y de la valentía, de la amistad y de que “todo tiene su momento”… La vida te conduce, a veces te empuja suavemente, en otras ocasiones, te estampa contra la pared. Las adversidades te hacen más fuerte y más sabia. Y como la protagonista, en ocasiones, tienes que enfrentarte a tus miedos y desafiarlos, y es entonces cuando compruebas que el miedo es cobarde y huye. También te das cuenta que nada es estable, que todo muda, y que ahí está la gracia de la vida. De que te vas a encontrar escollos que superarás y otros que no, y deberás, entonces, cambiar de rumbo; que encontrarás personas que te acompañarán y que te servirán de guía, que te ayudarán a crecer; que sí existen esas señales que te indican por dónde ir, si consigues estar lo suficientemente abierto para poder reconocerlas, y sí, también existen esos momentos cruciales en los que una decisión determinada te conducirá hacia un lado o hacia otro; que todo se acaba y que todo empieza; que de todas las crisis, dolorosas o no, aprendemos y nos ayudan a conocernos más. Y que la ilusión y la fe (en una misma, en los demás y en los proyectos) mueve montañas, como lo consigue la protagonista, no sólo con el Hotel, sino con la vida de cada uno de los que allí habita. Lo consigue agitándolos y removiéndolos hasta que su esencia toma forma y fuerza, y salen de su hastío, de su inmovilidad, de su parálisis. Es una película sobre el crecimiento personal, sobre el cambio, el re-descubrirse, el ir quitándose capas para dejar salir lo más auténtico de una misma.

Un argumento revelador del poder interior de cada uno, de la fuerza que llevamos dentro. Necesitamos fábulas como ésta que coloquen en su lugar la verdadera belleza. Deseos perseguibles y posibles, porque no hay nada más bonito que pronunciar la frase ¿Y por qué no?

 Es la única que convierte en realidad los sueños.

El lugar de cada uno está allá donde resida su felicidad