Vídeo del acto.
Se ha presentado en la librería Ícaro, el libro de Javier Padilla “A quien vamos a dejar morir. Sanidad publica, crisis y la importancia de lo político”, dentro del ciclo "Lectura y Compromiso" que organiza el Foro social de Segovia, ha presentado y moderado el acto Nines Raquejo medica de familia y coordinadora de la MEDSAPSg.
Javier Padilla médico de familia y comunidad, en su intervención ha realizado una disección precisa de los sistemas de salud y en particular del sistema publico de salud que tenemos en España. con un marco documentado y solido enlaza áreas como la filosofía, la antropología, la política o la gestión, para plantear un hondo debate social, relacionando la salud de la población con la transformación de la sociedad. Su concepción del sistema sanitario va mas allá de lo meramente asistencial, por un lado, introduciendo en el concepto de salud, el llamado “enfoque de las capacidades”, en la línea de lo apuntado por Amartya Sen y a Martha Nussbaum, entendiendo por capacidades la posibilidad real de lograr algo. “sumando a las variables clásicas (duración de la vida o falta de discapacidad) otras variables como la capacidad de disfrutar del ocio, la representación publicas, o la participación social” y por otro lado enfatizando en la necesidad de recuperar lo comunitario, desechando la mercantilización de la salud y la tenencia en exclusiva por parte de los profesionales sanitarios de la normalización de la misma.
Nos introduce dentro de los sistemas de salud al explicarnos que en nuestro entorno hay dos tipos que son los mas frecuentes: tipo Seguridad Social (acceso a las prestaciones sociales por medio del trabajo, Atención Primaria poco relevante, menos universalista, copago vinculados a la asistencia mayores) y Sistemas nacionales de salud (SNS) (el modelo español entre otros) (tradiciones universalistas que no vinculan las prestaciones sociales a las aportaciones vía empleo. Derecho de las prestaciones por condición de la ciudadanía o similar y la financiación es por vía impuestos directos o indirectos, Atención Primaria como la base del sistema, cobertura universal y ausencia de copagos o de cuantía poco importante). Lo que diferencia uno y otro tipo es la procedencia de la financiación (cotizaciones e impuestos). Siendo el modelo tipo SNS mas solidario y al que se tiene que tender incluso con los problemas generados por su mecanismo de contención, como son las listas de espera, que aunque tiene que estar como un mal menor, también es verdad que tenemos que pelear porque sean transparentes, con equidad y que no se generen cuando la atención precise ser inmediata.
Con la metáfora de una estrofa de la canción “smokey live” de Leonard Cohen nos explica para que sirve un sistema sanitario público “Recuerda cuando el paisaje comenzó a desvanecerse, te sostuve hasta que aprendiste a caminar en el aire”. El sistema de salud publico seria eso mismo un sostén para cuando no podamos caminar en la vida y a la vez un rehabilitador para capacitarnos hacia la autonomía (dentro de la interdependencia). Nos hablo también sobre el inicio de la privatización tanto en el Reino Unido como en España, relatando que hoy en día la mayoría de los servicios regionales de salud tienen externalizados o privado los servicios no clínicos, la concertación de p. diagnosticas e intervenciones quirúrgicas. aun así, es difícil afirmar que los sistemas públicos de salud estén en riesgo de extinción a corto plazo, mientras se encargue de alimentar a las empresas privadas que lo parasitan, porque realmente la palabra parasitación es la que mejor define a las nuevas formas de gestión publico - privada que a toda costa quieren universalizar. Al hablar de la crisis que llevamos escuchando desde el año 1978 pero que realmente se magnifico entre los años 2009-2015 cayendo el gasto sanitario en 8.800 millones de € al año, recortándose mas en aquellas partes del servicio sanitario q mas sirven para disminuir las desigualdades sociales (AP y Salud Publica). disparándose dentro del gasto hospitalario las partidas destinadas a medicamentos y otras tecnologías diagnostico terapéuticas. centrándose en seguir alimentando la espiral medico -industria. es decir, en el eje de equilibrio entre protección – rentabilidad mercantil fue esta ultima la que tubo mas peso. además, en estos años de crisis cuando la economía sanitaria se contrajo el gasto sanitario publico lo hizo por debajo del PIB y cuando este volvió a crecer el gasto sanitario lo hizo de forma mas tímida. El impacto negativo de las crisis económicas en la salud de la población se debe fundamentalmente a las políticas de austeridad y contracción del gasto publico. Además, las políticas publicas que podrían frenar esos efectos no son solo sanitarias, otras políticas publicas sobre todo la salud publica puede frenar las desigualdades. Nos ha señalado también que, para construir sistemas públicos de salud mas justos y equitativos, tenemos que conocer y comprender como manejar 3 dimensiones fundamentales, la dimensión económica la que copa los discursos sobre la injusticia económica. (redistribución). La dimensión socio cultural, como reivindicación de la injusticia social y el camino hacia sociedades mas justas (reconocimiento) y la dimensión de (Representación) donde los colectivos y las identidades son quienes demandan una representación en esta sociedad.
No podía faltar una reflexión sobre los procesos de medicalización y saludificacion como formas de ejercer el poder sobre las personas bien de forma reflexiva o coercitiva sin olvidar que este se derive realmente de la estructura social y política que lo enmarca. Tanto los determinantes sociales como los comerciales influyen en la salud de la población, través de su influencia en los modos de vida, la configuración de los espacios donde vivimos, la calidad del aire que respiramos, la contaminación del lugar donde residimos, las condiciones de trabajo etc… Así mismo fue tajante al afirmar que el lucro y la mercantilización ya sea de la asistencia sanitaria o de los aspectos que determinan el estado de salud, parecen difícilmente compatibles con lo que debería ser el derecho a la salud. Por último, al hablar del sistema publico sanitario del futuro, abre la puerta a la esperanza al decirnos la importancia que tiene el conocer y luchar por nuestro sistema publico de salud sin tener miedo a plantear horizontes de cambio. Este sistema futuro estará centrado en AP e integrará como eje central la importancia de los cuidados y lo hará con una perspectiva basada en la economía feminista, en lugar de maximizar los beneficios del capital, el crecimiento económico o el consumismo, es decir tratando de construir el bien común.
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