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Una vez más aparecen las viejas estrategias de distracción y de uso partidista de recursos públicos para favorecer intereses privados en detrimento del interés general. En este caso, se reflotará un proyecto ruinoso para los ciudadanos de esta provincia como es el de Segovia 21 (vivero de empresas sin empresas, campo de golf para cuatro, chalés para ricos, etc.) que nació de la rapiña de recursos públicos para ponerlos en manos de especuladores. A unos pocos habrá beneficiado su construcción, no a los ciudadanos, ni al medio ambiente, ni al buen uso del agua de nuestra sierra, ni a la creación de empleo.
La Diputación Provincial de Segovia y la Junta de Castilla y León, ambas administraciones gobernadas por el PP, han decidido destinar 8 millones de euros para concluir el Palacio de Congresos de La Faisanera.
En total, la rehabilitación va a costar 20 millones de euros que salen de los impuestos de la ciudadanía de Castilla y León, en general, y de Segovia, en particular. Sin duda, con este dinero, se podría terminar el campus universitario, contratar personal para sanidad, educación, servicios sociales y un largo etc. que, quién lo duda, son inversiones prioritarias.
Parece de nuevo que los políticos que mandan en estas tierras, no han captado el sentir de los ciudadanos y vuelven a las prácticas que nos llevaron a la situación de gravedad económica actual. Con los antecedentes que hemos sufrido y seguimos sufriendo, nos es lícito pensar en renovados escenarios de corrupción y especulación que reafirmarán el descrédito de los políticos del actual sistema. Prefieren hacer oídos sordos y consumar el pelotazo, que promover iniciativas que redundaran en el interés común de las gentes de Segovia.
Siguen engañando al electorado y burlándose de la democracia. «Cuando se quiere se puede» ha dicho sin cortarse un pelo el presidente de la Diputación; pero solo se puede cuando lo que se quiere coincide con los que «ellos» quieren.
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