Presentación en Segovia en la sala Ex-presa del libro "Confieso que he Luchado" de Marcelino Camacho el acto ha contado con las intervenciones de J.A. Lopez Murillo secretario general de CCOO de Segovia, María Vallejo del ateneo cultural "Jesús Pereda" y de Yenia Camacho hija de Marcelino.
Los derechos de autor del libro serán entregados para la construcción de un espacio web sobre Marcelino Camacho, para que así la acción sobre su memoria siga trabajando en construir más presente, y Marcelino no se nos vaya nunca del momento actual, del ahora colectivo que necesitamos construir con su lucha y ejemplo. Por eso vive Marcelino, para eso vuelve Marcelino
En 1990 la editorial Temas de Hoy, de Madrid, publicó el libro Confieso que he luchado. Memorias, parafraseando a Neruda (las memorias del poeta chileno se titulan Confieso que he vivido), donde el fundador de las Comisiones Obreras desglosa los años de toda una vida entregada a la lucha (desde su defensa, siendo muy joven, de la legalidad republicana durante la guerra civil, hasta su época de presidente del sindicato).
Yenia Camacho, habla de las geografías de recuerdos que persigue la vida de su padre por doquier. Allá por donde pasa por el Estado español se encuentra con alguna anécdota con Marcelino o Josefina. Quizás tengamos que hilar fino para que esas islas de recuerdos, anécdotas, solidaridades…se vayan cruzando y formando un gran bloque que ponga la referencia ejemplar y la dignidad excelsa de Marcelino Camacho en su justo lugar de la Historia
Sin duda se podrían destacar varios elementos importantes en Confieso que he luchado. Memorias como podría ser la gran ternura y la didáctica que hay en su prosa; pero también es un libro sorprendente, entre otras cosas, desde el punto de vista formal, pues se trata de un texto grácil, bien estructurado y excelentemente escrito. Sin duda, la pluma y la rigurosidad de su hijo Marcel que acompañó y ayudó en estas memorias al dirigente sindical, denota un texto pulido y bien escrito.
La historia de España durante el franquismo, a través de la lucha sindical, aparece reflejada en este que no dudaría en calificar como manual de experiencias, las que nos brinda a sus lectores como profundamente unidas a una vida que brilla también como si fuera la de una narración novelística. Desde los días de infancia en Osma La Rasa (Soria), a los de la guerra civil, la fuga de un campo de concentración en Marruecos, los años de residencia en Orán y las persecuciones a las que fue sometido, hasta su regreso a España y la vuelta a la lucha política en la clandestinidad y el acceso, ya en democracia, al Parlamento como diputado comunista por Madrid, no dejan de conformar una peripecia que, de no saber positivamente el lector que pertenece a la vida real, podría haber pasado por una bien construida ficción.
Hay, además, y son extremadamente importantes, ciertos momentos de especial intensidad que van apareciendo de manera intermitente y que le dan gradación humana al relato y lo convierten en una auténtica galería de emociones. Baste, a modo de ejemplo, observar la veneración y el cariño con los que retrata la figura del padre, ese "hombre fuerte y corpulento”, de grandes manos de enganchador de vagones, y a quien vemos luego, como el tierno jubilado que, con varios años de cárcel a cuestas por haber participado en la guerra con el bando republicano, escucha Radio España Independiente, La Pirenaica, en un pequeño transistor y da solitarios paseos desde su casa al bar, donde “le esperaba un trago del porroncillo de octavo de litro, que era la ración de vino y gaseosa que bebió cada día durante muchos años”, y que le conservaban “especialmente para él”.
La vida de Marcelino Camacho fue, lo sabemos y en el libro se explicita claramente, muy didáctica, una constante lección cuya máxima más feliz y modesta se encuentra quizás en una frase contenida en el mismo:“Yo creo que nunca debemos decir que no nos comprenden, sino que no nos explicamos bien”.
El acuerdo de edición supone un paso importante para rescatar la memoria obrera y activar de nuevo las claves por las que debe pasar la lucha social y sindical en estos momentos. No evadirnos en debates estériles, sino en estrategias que mantengan la calle en lucha, generando hegemonía y construyendo conciencia de clase, fundamental para el cambio de modelo económico y social.
Estraido del articulo de Joaquin Recio-Mundo Obrero
Homenaje a Marcelino Camacho en la Fiesta PCE 2015
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