BOLETÍN FORO SOCIAL

Cualquier contenido de esta página puede ser usado o reproducido libremente.

LEE, BÁJETE LA EDICIÓN IMPRESA DE LOS BOLETINES DEL FORO SOCIAL DE SEGOVIA.

viernes, 25 de septiembre de 2020

Concentración Segovia 25S Acción Global por el Clima


Concentración convocada por la Asamblea Segoviana por el Clima en la plaza del Azoguejo se une a las acciones globales que se desarrollan este 25 de septiembre  para reclamar justicia climática para salir de la crisis .

También para exigir al Ayuntamiento de Segovia que cumpla la declaración de la ‘situación de emergencia climática’ en la ciudad del 27 de septiembre de 2019. Un año después, la batalla contra el cambio climático sigue sin resolverse 

Reivindicamos una Justicia Climática para salir de las crisis de salud, laboral, medioambiental... y para ello se ha leído el siguiente manifiesto:

Cambio sin precedentes

La pandemia de la Covid-19 ha hecho tambalear los cimientos de nuestro sistema. Se han evidenciado las debilidades y contradicciones de una economía depredadora que se encuentra al límite del colapso; de un sistema neoliberal que precariza los servicios públicos y crea grandes desigualdades; de una globalización que se sostiene sobre la explotación del territorio y las personas, y que globaliza también la catástrofe, en forma de pandemia, de cambio climático o de inestabilidad económica. El virus no es causa, sino consecuencia de una crisis sistémica profunda, y supone un cambio de contexto que apenas empezamos a comprender.

abandonar sus territorios o en las voces de quienes resisten ante empresas y políticas extractivistas. Ahora, la pandemia nos coloca en un punto de inflexión crítico en el que, más que nunca, nos jugamos el futuro. Nos enfrentamos a un amplio espectro de escenarios posibles y no podemos bajar la guardia: depende de nosotros que el cambio avance hacia un proyecto ecosocial, justo y democrático, o bien que nuestra inacción nos lleve hacia modelos ecofascistas, nacionalismos reaccionarios o el agotamiento definitivo de los recursos que sostienen la vida.


Emergencia climática

La emergencia climática ya era una expresión de esta crisis sistémica. El desastre se advertía desde hace décadas en los numerosos informes científicos, en el constante flujo de personas obligadas a abandonar sus territorios o en las voces de quienes resisten ante empresas y políticas extractivistas. Ahora, la pandemia nos coloca en un punto de inflexión crítico en el que, más que nunca, nos jugamos el futuro. Nos enfrentamos a un amplio espectro de escenarios posibles y no podemos bajar la guardia: depende de nosotros que el cambio avance hacia un proyecto ecosocial, justo y democrático, o bien que nuestra inacción nos lleve hacia modelos ecofascistas, nacionalismos reaccionarios o el agotamiento definitivo de los recursos que sostienen la vida.



Trabajo

Ante esta situación, hace falta que transformemos uno de los ejes estructurales de nuestro sistema: el trabajo, que hoy está estrechamente asociado a la precariedad, la desigualdad y la destrucción del territorio, y se sitúa de espaldas a la vida. Pero un nuevo modelo laboral justo y ecológicamente sostenible no se puede basar en una aparente descarbonización de las actividades empresariales ni en una mitificación del teletrabajo. No podemos caer en las atractivas falsas soluciones del capitalismo verde, que nos hablan de los milagros imposibles y de los adelantos tecnológicos sin tener en cuenta su elevado coste energético y material ni los efectos sobre nuestras vidas. Por el contrario, es imprescindible reducir nuestro consumo de materiales y energía, acompañándolo de una redistribución del trabajo que garantice puestos de trabajo compatibles con una vida digna para todas. Este nuevo modelo tiene que estar basado en procesos sostenibles que partan de comprender que somos cuerpos interdependientes y ecodependientes, generando sinergias con el entorno y entre las personas. La riqueza resultante tiene que distribuirse equitativamente y estar al servicio del conjunto de la población mediante una fiscalidad justa, entre otros mecanismos.


El modelo industrial

Hay que hacer frente a la deslocalización de la producción, la obsolescencia programada, la desmesurada explotación de recursos y al proceso acelerado de digitalización que avanza sin cuestionamiento. El cierre de industrias, como ejemplifica el caso de la Nissan, no tiene que significar dejar a las trabajadoras en la calle. Tiene que ir acompañado de una reinserción en un tejido económico más local y una producción más sostenible, estable y de calidad, que se oriente al interés general con tomas de decisión públicas y democráticas.

No hay comentarios: