El Foro Social de Segovia apoya las movilizaciones contra los transgénicos
La situación de los transgénicos en España es cada vez más insostenible, y la sociedad civil en su conjunto reclama cambios urgentes. Mientras varios países de la Unión Europea prohíben su cultivo por los peligros que representan para el medio ambiente, la salud y para las prácticas agrícolas más sostenibles, el Gobierno español sigue permitiendo que multinacionales como Monsanto campen a sus anchas en nuestro país. En 2008 se cultivaron cerca de 80.000 hectáreas de maíz transgénico, y aunque existe incertidumbre sobre la cifra en este año, es probable que sea similar.
Ante esta imposición, durante el mes de abril numerosas organizaciones realizarán movilizaciones por todo el país. Se trata de protestas y acciones informativas y reivindicativas en la calle, en supermercados, en campos de cultivo experimentales, conferencias y charlas, proyecciones de películas, debates y reuniones con agentes sociales. El eje común de estas movilizaciones es la enérgica protesta contra la imposición de los transgénicos en nuestra agricultura y alimentación a pesar de que la oposición social sigue siendo mayoritaria, tanto en el medio rural como urbano.
El 18 de abril de 2009, el día siguiente al Día Mundial de Lucha Campesina, las calles de Zaragoza acogerán una manifestación para defender el derecho a producir y/o consumir alimentos 100% libres de Organismos Modificados Genéticamente (OMG). La manifestación reivindicativa y festiva, convocada bajo el lema “Por una alimentación y una agricultura libres de transgénicos” partirá de la Plaza del Paraíso de Zaragoza a las 11:30 para terminar en la Plaza del Pilar.
Aragón es la región española que más transgénicos cultiva, y por lo tanto Zaragoza es el lugar simbólico más adecuado para celebrar esta marcha. De un total de 79.269 hectáreas de cultivo comercial en 2008 (según datos del Ministerio), 31.857 de plantaron en la CC AA de Aragón. Éstos cultivos, aunque suman menos del 25% de la superficie total de maíz en España, comprometen a todos los cultivos de maíz convencional, ecológico y tradicional. La contaminación existe y está suponiendo pérdidas para los agricultores. La experiencia de España demuestra que la pretendida coexistencia entre cultivos transgénicos y no transgénicos es completamente imposible.
El Gobierno justifica su apoyo a los transgénicos argumentando que se basa en las decisiones de un órgano supuestamente científico, la Comisión Nacional de Bioseguridad. No resulta difícil comprobar las fluidas relaciones de muchos de los científicos de esta Comisión y determinados representantes de la Administración, que deciden sobre los expedientes e intereses económicos de Monsanto o Syngenta, con la industria y sus fundaciones afines. Unas relaciones demasiado cercanas como para que los consumidores podamos estar tranquilos.
Cada vez hay más evidencias de impactos de los transgénicos. Países como Francia prohíben su cultivo, basándose en científicas sobre sus impactos ambientales y la imposibilidad de proteger a la agricultura convencional y ecológica de la contaminación. Y cada vez hay más muestras de los potenciales daños para la salud de alimentos transgénicos ya aprobados para consumo humano. Es el caso de un reciente estudio publicado por el Gobierno de Austria que mostraba que la fertilidad de ratones alimentados con el maíz de Monsanto NK603 x MON810 se veía seriamente dañada. Las autoridades europeas le habían dado el visto bueno y las españolas han seguido autorizando su cultivo experimental en nuestro país. A día de hoy, este maíz no ha sido retirado del mercado y sigue entrando en nuestra alimentación.
Información y calendario de actividades.
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