Europa comienza a aplicar inmisericorde el acuerdo pactado entre la Comisión y el ejecutivo de Turquía. Los cooperantes presentes en Lesbos están siendo obligados a abandonar los campos de refugiados, al tiempo que a estos, se les está recluyendo en campos cerrados a espera de su deportación a Turquía. La situación es dramática para familias enteras, a las que se hacina para ser trasladadas en ferry a un puerto griego, para desde allí ser conducidas de vuelta a un país, Turquía, que no reune las condiciones de seguridad y respeto a los derechos humanos que deberían ser exigibles.
Europa acaba de dar un paso más en el descenso a los infiernos de la infamia, por lo que no dudemos será juzgada por la historia.
Como habitantes de esta des nortada Europa mostramos nuestra más profunda indignación por el desprecio que de las vidas humanas hacen gala sus dirigentes, arrogantemente instalados en sus elegantes despachos, a los que no llegan los gritos de los que sufren las calamidades de un mundo injusto y criminal.
Todo acto tiene su consecuencia y Europa recogerá los frutos de su infamia
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