La tercera jornada "Otro mundo es necesario, otro mundo es posible" se ha celebrado en el Salón de actos del CAAV (Centro de Autoayuda y Voluntariado).
Ángel Luis, en nombre del Foro Social, actuó como moderador. Comenzó con un mensaje de apoyo y admiración a la Marcha Básica, que precisamente en esta fecha llega a Madrid con su justa reivindicación de una renta básica y su lucha contra el paro y la precariedad.
Enmarcó el Cambio Climático, tema de esta jornada, como un problema real, frente al que no es posible el negacionismo, que supone una profunda alteración del clima en la que intervienen determinantemente las actividades humanas enmarcadas en un capitalismo neoliberal basado en gran medida en las energías fósiles.
Para profundizar más en este tema, pasó a presentar a Alicia Cantero Cerezo, licenciada en bioquímica y biología molecular, coordinadora del Área de Incidencia Política de Greenpeace. Comenzó su intervención señalando que el cambio climático es incontestable. En Europa y en España, en estos momentos está ya en fase de discusión política. Es imprescindible reducir las emisiones de CO2, alcanzando sistemas descarbonizados, con la propuesta de emisiones cero de CO2 para el año 2050. Para ello resulta indispensable cerrar las centrales térmicas de carbón, en muchos países europeos ya existe calendario concreto (Francia, Alemania, Italia, Portugal…), pero no así en España. También es imprescindible el cierre de las centrales nucleares, como muy tarde cuando cada una acabe su permiso de funcionamiento actual, sin prórroga de ningún tipo, pues aunque no producen emisiones sí tienen una alta peligrosidad y, especialmente, impiden el crecimiento de las renovables. En la misma dirección es imprescindible acabar con medidas contrarias a este punto de cero emisiones como es el caso de las leyes de impuesto al sol o aquellas que limitan de cualquier modo el desarrollo de energías renovables.
También es fundamental la democratización de la energía, convirtiendo a los ciudadanos en agentes, tanto en la producción de energía como en la toma de decisiones, pues la sociedad ya está preparada para participar en estos aspectos. Con ello podría caminarse hacia un sistema energético justo e inclusivo, con participación de la sociedad y con el objetivo de erradicar la pobreza energética. En este orden de cosas es necesario tener en cuenta la necesidad de ofertar alternativas viables a la minería, a la pobreza energética de una forma estructural (las medidas coyunturales a través de ayudas en el corto plazo pueden ser necesarias en una situación puntual, pero con seguridad no solucionan el problema), sin olvidar dar una perspectiva de género, a la agricultura…
A continuación tomó la palabra Daniel López García, Miembro de Ecologistas en Acción, de la Fundación Entretantos, biólogo y Doctor en Agroecología, especializado en Metodologías Participativas para la transición agroecológica y en la construcción de sistemas alimentarios locales y sostenibles.
Informó profundamente a través de tablas y gráficos explicativos de la situación actual de las emisiones, en las que una cuarta parte procede directamente de la agricultura, pero tres cuartas partes están más relacionadas con el transporte, el empaquetado y la venta de esos productos; del consumo de agua, ligado en gran parte (80 %) a la agricultura; del uso de pesticidas, herbicidas y otros productos fitosanitarios; también incidió en las costumbres del consumo, fomentadas por el precio, ejemplificándolo con el alto consumo de carne de cerdo y pollo, con gran diferencia las carnes más “sucias” desde el punto de vista de emisiones de CO2.
Partiendo de una situación mundial con 2.000 millones de personas con problemas de obesidad y 1.000 millones de personas en situación de desnutrición severa, ejemplificó su propuesta alternativa con el trabajo que se está realizando en la ciudad de Valladolid (http://www.alimentavalladolid.info/), con un reciente borrador de actuación que incluye participación de los agentes sociales a través de consejos y estrategias alimentarias compartidas, combatiendo problemas tales como la dificultad de acceder a una alimentación saludable para una gran parte de la sociedad, pues resulta más caro que alimentarse con comida basura.
Habló de las posibilidades que se encuentra en proyectos de huertas periurbanas, de compostaje, de parques agrarios, de asociacionismo en la producción y el consumo,… y concluyó presentando una red de ciudades que comparten experiencias de ecología y alimentación saludable. La sociedad civil puede tomar parte decisiva, participando, repensando modelos de una forma crítica y constructiva, a través de proyectos de transición.
Cerró el turno de intervenciones Francisco Heras Hernández, Doctor en Biología, actualmente desarrollando su actividad profesional en el Área de Adaptación de la Oficina Española de Cambio Climático.
Explicó los estudios de investigación estadística realizados que muestras claramente que la sociedad española sí es consciente de la existencia del cambio climático y de su importancia. El problema real aparece en la forma de actuar de esa misma sociedad, pues aun conociéndolo y siendo consciente de su importancia, la forma cotidiana de actuación es como si el problema no existiera.
Reflexionando sobre el tema advirtió de que el ciudadano se siente preocupado por un tema que considera importante, pero no relevante en su día a día, por considerarse impotente e incapaz de emprender acciones pese a ser consciente, por ejemplo, de que una tercera parte del territorio español va a desertificarse en un corto plazo de tiempo. El reto al que nos enfrentamos es el de hacer entender de que existen amenazas que aparentan acercarse a cámara lenta pero que son más importantes que las urgentes.
También señaló situaciones que entorpecen avanzar el reto planteado, tales como las extendidas reacciones de autodefensa tales como “no nos ocurrirá a nosotros”, “si hemos sido capaces de avanzar hasta aquí cómo no vamos a poder arreglar esto”, “no sabemos”, “la culpa es de las industrias”… o de una publicidad engañosa que sutil o explícitamente actúa en contra y unos medios de comunicación que están más ocupados de lo urgente que de lo importante.
Al término de las ponencias se abrió un turno de intervenciones del público asistente que devino en un interesante intercambio de impresiones con los ponentes centrándose en temas de alimentación, instituciones, toma de conciencia, sociedad y comunicación, actuaciones del estado y del individuo, refugiados medioambientales…
Un prolongado aplauso cerró esta tercera sesión de las Jornadas del Foro Social de Segovia 2018: "Otro mundo es necesario, otro mundo es posible".
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